Pasan los años y El Cabo sigue siendo un éxito
Con más de 25 años de experiencia como actor de teatro, cine y televisión, Robinson Díaz no necesita presentación en Colombia; pero si en cualquier país de América Latina decimos que es El Cabo de la serie El cartel de los sapos, entonces todas las puertas se abren.

Gracias a aquel personaje creado en 2008 y basado en el libro homónimo, Díaz se ha dado a conocer en muchos escenarios teatrales de Centroamérica. Su fama ya no tiene límites y todo se lo debe a Milton Jiménez, alias El Cabo, quien era un temido sicario (gatillero) que poco a poco fue ascendiendo en la estructura del Cartel del Pacífico.
El personaje se conviritó en uno de los más populares de la Serie, gracias a la jerga, la actitud y el estilo que impuso Robinson Díaz. Es por eso que su show de hora y media, en vivo, se concentra más en la forma de hablar (con chistes de doble sentido) y en el personaje cómico que se encierra detrás de El Cabo, que en su violencia.
Me cuido mucho de no hacer una apología del narcotraficante en este espectáculo, ya que se aboca a la parte alegórica del personaje. En la Serie se retrató fielmente lo que él vivió en la vida real, pero luego llega Robinson Díaz con su sazón y su manera de interpretar los personajes, lo arregla, lo adorna y lo llena de humor, declaró el actor colombiano al periódico Milenio, de Yucatán.
Ya son siete años representando a El Cabo y aunque él dice que ya quiere dejarlo morir tranquilo, es la gente la que se lo sigue reclamando. En estos momentos, su gira por Colombia ya está confirmada en seis ciudades y hasta el mes de agosto.
Sobre todo México es el país donde Robinson es toda una estrella allá donde pase con su sombrero, sus gafas, su bigote y sus cadenas de oro. Según expica Díaz en sus entrevistas, el público mexicano se entrega por completo al show: me chiflan, me botan maní (cacahuates) o crispetas (palomitas), lo viven mucho y a la larga me gusta que sean así. Hay gente que ha viajado hasta seis horas en carro de una ciudad a otra por verme.
Ha confesado que algunos narcos, de carne y hueso, lo han ido a ver al espectáculo y le han propuesto introducir nuevos chistes o lo han invitado a sus ranchos. Él es claro en que su trabajo es teatral, que las tablas son su vida y que se siente muy honrado con la admiración del público, pero que siempre está disponible para Caracol Televisión (su casa desde hace 18 años) para entrar en una telenovela o en una serie, en cuanto lo llamen.
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